
El 7 de noviembre, en Paraguay eligiremos a nuestras autoridades municipales, por eso creo conveniente resaltar la función del periodismo aquí en la ciudad de Santa Rita, y porque no, en todo el país.
Sostiene Tomás Eloy Martínez reflexionó sobre el periodista como emisor de información y, sobre todo, como conciencia de su comunidad.
El gran escritor elaboró el siguiente decálogo.
1. El único patrimonio del periodista es su buen nombre. Cada vez que se firma un artículo insuficiente se pierde parte de ese patrimonio.
2. Hay que defender ante los editores el tiempo que cada quien necesita para escribir un buen texto y el espacio que necesita dentro de la publicación.
3. Una foto que sirva como ilustración y no añade información alguna no pertenece al periodismo.
4. Hay que trabajar en equipo. Una redacción es un laboratorio en el que todos deben compartir sus hallazgos y sus fracasos.
5. No hay que escribir una sola palabra de la que no se esté seguro, ni dar una sola información de la que no se tenga plena certeza.
6. Hay que trabajar con los archivos siempre a mano, verificando cada dato, y estableciendo con claridad el sentido de cada palabra que se escribe.
7. Hay que evitar el riesgo de servir como vehículo de los intereses de grupos públicos o privados.
8. Hay que usar siempre un lenguaje claro, conciso y transparente. Por lo general lo que se dice en 10 palabras siempre se puede decir en nueve, o en siete.
9. Encontrar el eje y la cabeza de una noticia no es tarea fácil. Tampoco lo es narrar una noticia. Nunca hay que ponerse a narrar si no se está seguro de que se puede hacer con claridad, eficacia, y pensando en el interés del lector más que en el lucimiento propio.
10. Recordar siempre que el periodismo es, ante todo, un acto de servicio. Es ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, ser otro.
Decálogo publicado en Los titulares de mañana y el decálogo del periodista de Tomás Eloy Martínez, en la edición del Diario Las Américas, del 18 de septiembre de 2005.
Digo que el periodismo debe ser ejercido con ética. Pienso que los medios, si bien pueden ser de propiedad privada, prestan un servicio público de suma responsabilidad. No pueden estar al servicio de los intereses de sus propietarios. Son privados pero de connotación patrimonial pública. El periodismo no puede ser, ni los medios tampoco, fiscales ni jueces, ni partidos políticos. Deben trabajar, rigurosamente, por la verdad.
Extraido del Blog: http://escritoseneltiempo.blogspot.com/
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